Artículo publicado por María Martín Vivar en el Blog 'Sexo y Salud' del periódico ABC
Decía la radio antes de ayer que, estadísticamente, las canciones de Eros Ramazzotti y Laura Pausini eran las que más sonaban el día de San Valentín. Esta semana de celebración “del amor” hemos visto fotografías, comentarios, dedicatorias, regalos de todo tipo y flores y bombones. Como dicen los medios, “el amor está en el aire”.
“¿Habéis celebrado San Valentín?”, “¿Cómo conocisteis a vuestro novio?”,“¿Qué os parece la última app para las personas que están esperando en el aeropuerto y quieren intimar en el sentido sexual de la palabra?”, “¿Cómo?”, “Sí, hay una app para buscar a alguien dispuesto a tener sexo en el baño de un aeropuerto”. Con estas preguntas, cenando con unas amigas de la Universidad, se inició una conversación sobre apps para encontrar pareja. Las flores y los bombones pasaron a un segundo plano. Las apps son un tema que, indudablemente, está de moda.
Las más desactualizadas escuchaban con sorpresa. Casi todas pensaban que estas aplicaciones ayudaban a encontrar pareja, y el mensaje era claro: “Hay que actualizarse. Ahora ya no busco novio, busco alguien que esté bien y quiera tener sexo este mismo fin de semana. Si surge el amor, ya se verá después”.
Cada vez más personas prefieren apps que ayuden a tener sexo de una forma rápida. De ahí que la “imaginación” esté en alza. De las más conocidas Tinder, Meetic, Badoo o Atrapa un tío que son para encontrar pareja a Down, Wingman, Inner Circle, Pure, 3De, Happn, añadida a la lista hace solo unos días o la nueva Hater, diferente porque ofrece encontrar a personas con cosas que odian o rechazan algo en común.
¿Qué ofrecen? Lo más variado que puedas pensar. Desde buscar en tus contactos de Facebook para ver quien más está libre y dispuesto el fin de semana, encontrar una pareja que quiera hacer un trío, hasta conectar a personas en aeropuertos que quieren emplear el tiempo de espera entre avión y avión teniendo sexo. Podemos afirmar que hay (y si no, las habrá) tantas apps como necesidades específicas lleguemos a tener.
¿Por qué triunfan? Ofrecen una solución simple y concisa a la necesidad de la persona. Hay personas que las usan por no complicarse, tras una ruptura amorosa porque no quieren compromiso, por la búsqueda de lo fácil y de lo inmediato, por la dificultad para conocer gente nueva, etc.
¿Qué ganas? Principalmente “ahorrar” tiempo en conocer a la persona. Puedes elegir entre un grupo de personas registradas y, tal como publicitan, evitar el rechazo de la otra persona después de emplear tiempo en conocerle. Es lo que podríamos llamar el “supermercado del ligoteo”.
¿Y si conocer a una persona fuera como componer una canción? Para disfrutar de una buena canción, hay que dedicar tiempo a crearla. Elegir instrumentos, ritmo, temática. Trasmitir sensaciones, emociones, incluso provocar un cambio en quién la escucha.
Igual ocurre con el amor. Habrá momentos buenos y malos, días con mayor y menor inspiración, más esfuerzo, más alegrías. Es posible que tengas que intentarlo varias veces. El resultado merece la pena. Disfrutar el momento es bueno, saber que podrás seguir disfrutando también en el futuro, es mejor. Como decían en la radio, “el amor es tan auténtico que hasta tiene un día dedicado para él”. Y no solo un día.
Como dice Mae West, “La línea recta es el camino corto entre dos puntos, pero no el más atractivo”. Aunque los avances en redes sociales nos permitan tener sexo ahorrando pasos y por el camino corto, en la mayoría de los casos no es el más sano.
Las cosas están cambiando, de eso no cabe duda. Cada vez vemos nuevas modas sexuales en forma de retos. Un día, todos los periódicos hablan de la nueva moda: el juego sexual del muelle, al siguiente, en Instagram aparecen chicas y chicos desnudos tapando su pecho y sus genitales (ambos) con un solo dedo (conocido como el reto one finger selfie challenge). El juego de beso, verdad o atrevimiento ya no es “tan inocente” como hace unos años.
Conócete, conócele, compón y lucha por crear tu propia canción. No le des sólo al play. Como dice una reciente campaña publicitaria “Quiéreteme”. La satisfacción está en saber que disfrutaras en el futuro, viviendo y trabajando el momento desde el primer minuto. Paso a paso. Partido a partido. Latido a latido.