Artículo publicado por María Contreras para el blog 'Sexo y Salud' del periódico ABC.
La pornografía tiene un impacto brutal, cada vez mayor, en la sociedad. Hoy en día, hombres, mujeres y niños se ven afectados por su omnipresencia y su expansión. Internet, en particular, ha hecho que la pornografía sea más anónima, accesible y asequible que nunca, atrayendo a nuevo usuarios, aumentando el uso entre los aficionados y catapultando a muchas personas hacia la adicción sexual.
España es uno de los países más aficionados al cine pornográfico del mundo. Según las estadísticas mundiales publicadas en 2015 por el departamento de datos de la web PornHub –uno de los servicios gratuitos de cine para adultos en streaming por internet- el español pasa una media diaria de 8 minutos y 4 segundos delante de la pantalla.
Pero poca gente habla, casi todos callamos. Con esta simple idea, nace Dale Una Vuelta, una plataforma online con abundantes recursos y datos rigurosos sobre la realidad de la pornografía, para que todo el que busque una salida la encuentre, y consiga una vida sexual plena y saludable.
El mensaje es que la pornografía está por todas partes, y el escándalo que provoca esta situación es más bien reducido. Es buena para uno mismo, y especialmente para las relaciones. La pornografía está de moda, es sexy y divertida. Pero el tipo de sexualidad representada, está más relacionado con la violencia, el fetichismo extremo y la degradación mutua que con la diversión, y mucho más que con las conexiones sexual o emocional. La pornografía es la dominación masculina sobre la mujer. No es solo el hecho, sino que te genera una forma de ser y configura una manera de relacionarte con los demás.
Además, niños y adolescentes comienzan cada vez más pronto a consumir porno, concibiéndolo como una visión realista de las relaciones sexuales, con los graves daños psicológicos que estos contenidos pueden causar a una edad tan temprana.
Estas fueron las razones por la que dijimos: ¿y si hacemos algo?
Nuestro objetivo es doble:
a) Informar con precisión, con hechos y datos, para crear un clima en la opinión pública acorde con la realidad.
b) Ofrecer ayuda asequible, directa y cercana a todo aquel que lo desee. Primero vía mail y después a través del contacto personal, presencial o telefónico.
Queremos que cada persona tenga la oportunidad de tomar su propia decisión, de ‘darle una vuelta’, que nadie se deje llevar por lo primero que ve o escucha sin conocer las consecuencias. Reflexionar sobre el estilo de vida de uno quiere, el sexo que busca y para qué. Que cada uno se haga preguntas: ¿realmente qué me aporta la pornografía? ¿Tengo una vida mejor, más social, más feliz?
Nuestro punto de partida para recuperar al consumidor: la importancia del “querer”, del “tú decides”, base de toda nuestra filosofía y estilo de vida. Nos comprometemos con quien solicite ayuda, y por eso mismo buscamos reciprocidad y responsabilidad. Esto no es un chat para pasar el rato.
Somos muchos, decenas, miles, los que estamos detrás de este proyecto, aunque muchos todavía no lo conozcan. Porque una gran parte de la sociedad quiere información clara, con datos contrastados, sobre cómo influye la pornografía en la vida sexual, psicológica y social de las personas, niños y adultos. Estamos en la era del conocimiento, de la transparencia, del big data, de la información global y accesible a todos. Y también del porno everywhere.
Esta plataforma está abierta a gente de cualquier edad, sexo, raza y religión que le interese colaborar. No hay ninguna entidad, fundación, empresa, organización que nos apoye. Queremos sumar ideas, opiniones, crear debate, con libertad completa.
Hoy día somos la única web en español que trata sobre los efectos de la pornografía, con un planteamiento abierto y con datos científicos y médicos.
Equipo coordinador de Dale una vuelta