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Maria Contreras. Psicóloga. Alejandro Villena.

¿Soy sexualmente asertivo?


Artículo publicado por María Contreras y Alejandro Villena para el blog 'Sexo y Salud' del periódico ABC.

La asertividad sexual es tener la capacidad para iniciar la actividad sexual, rechazar la actividad sexual no deseada, así como negociar las conductas sexuales deseadas y comportamientos sexuales más saludables.

La asertividad sexual favorece el desarrollo adecuado de la sexualidad, mejorando la comunicación en la pareja, ayudando a expresar emociones, deseos, fantasías e intimidades. En ocasiones existen dificultades de comunicación en la pareja, esta falta de comunicación puede derivar en la aparición de problemas en la pareja, en la disminución del deseo sexual o en diferentes dificultades relacionados con la conducta sexual. Por tanto es importante comunicar al otro lo que uno desea, sus gustos, preferencias, etc. para que el encuentro sexual sea lo más satisfactorio para ambos. Conocer a tu pareja te brinda la oportunidad de actuar con mayor efectividad, de esta manera el grado de asertividad sexual influirá en grado de satisfacción sexual.

Para lograr la asertividad sexual existen una serie de derechos, no obstante, para defenderlos, tienes que conocerlos. Son los siguientes:

1) El derecho a negarse cualquier tipo de contacto sexual en cualquier lugar o momento si así lo deseas ¡Atrévete a decir que no!

2) Toda persona tiene derecho, en una relación sexual, a expresar frustración o decepción.

3) Toda persona tiene derecho a saber si su pareja ha sido contagiada de cualquier enfermedad de transmisión sexual.

4) Toda persona que planee un encuentro sexual tiene el derecho a saber si la pareja está usando algún tipo de método anticonceptivo.

5) Toda persona tiene derecho a usar el teléfono móvil o otro tipo de dispositivo sin tener que recibir contenido sexual, ya sean conversaciones o imágenes

6) Toda persona tiene el derecho de pedir ayuda (como un psicólogo, abogado o psiquiatra) si han cometido un delito sexual sobre ella.

7) Toda persona tiene derecho de ir al colegio, universidad o trabajo sin sentir una presión sexual por parte de estudiantes, compañeros o jefes.

8) Toda persona tiene el derecho de ir a trabajar y encontrarse libre de propuestas de contacto sexual de cualquier tipo cuando se le impongan condiciones de trabajo favorables.

En resumen ¡Atrévete a decir que no! y pregúntate antes de iniciar una relación sexual lo siguiente:

¿Por qué hago lo que estoy haciendo? (¿para conseguir amor? ¿Orgasmo? ¿Amistad? ¿Paz y tranquilidad?)

¿Cuáles son mis derechos sexuales? ¿En qué medida dejo que sean violados?

¿Qué quiero? ¿Qué me gusta?

Recuerda tus experiencias sexuales y rescata de ellas lo que has aprendido sobre ti y que es lo que te proporciona mayor bienestar físico, psicológico y espiritual ¿Qué te gustaría que fuera diferente?

María Contreras y Alejandro Villena. Psicólogos.

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