Elena Serrano, psiquiatra Perinatal (Reproductive Mental Health Program, Vancouver, BC, Canadá y programa de Psiquiatría Perinatal Hospital Clinic de Barcelona), miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Marcé Española (MARES) para la Salud Mental Perinatal, y coordinadora de la Unidad de Salud Mental Perinatal de la Consulta doctor Carlos Chiclana (Madrid), explica en que consiste para ABC Familia.
¿Puede un hombre notar en su cuerpo los síntomas del embarazo? ¿Puede tener antojos, ciática, ardores, e incluso, hinchazón abdominal? Pues parece ser que sí. Un síndrome absolutamente involuntario y en el que los hombres no creen estar embarazados, pero sí sufren las afecciones que conlleva este estado, sería el culpable: el síndrome de «Couvad».
-¿Es real el síndrome de «Couvade»?
No se trata de una enfermedad mental ni física, sin embargo, este síndrome permite describir un conjunto de síntomas involuntarios relacionados con el embarazo que experimentan algunos hombres que van a ser padres. Su nombre proviene del francés «couver», que significa incubar o criar.
Aunque la mayoría de los hombres no comuniquen que presentan este tipo de síntomas, no son infrecuentes. Según los estudios se estima que entre un 10% y 65% de los padres podrían padecerlo.
Habitualmente aparecen en el primer trimestre, disminuyen en el segundo y reaparecen en el tercer trimestre del embarazo. Puede incluir tanto síntomas físicos como psicológicos. Entre los físicos estarían las náuseas, la acidez de estómago, el dolor abdominal, la sensación de hinchazón, los cambios en el apetito, los «antojos», los problemas respiratorios, el aumento de peso de más de 3kg, la diarrea, el estreñimiento, el dolor de cabeza, los dolores de dientes, los calambres en las piernas, los dolores de espalda y las molestias urinarias o genitales. Entre los psicológicos se incluyen cambios en el patrón de sueño, síntomas de ansiedad, irritabilidad, disminución de la líbido e inquietud.
-¿Qué tipo de hombres son más propensos a sufrir este síndrome?
No se ha descrito un perfil más propenso, aunque sí parece que determinadas circunstancias relacionadas con el estrés, con haber sufrido una pérdida perinatal o la infertilidad podría aumentar la susceptibilidad para padecer este síndrome.
Sin embargo, ni las características de la personalidad, ni la depresión parecen aumentar el riesgo de presentar estos síntomas.
-¿Podría responder a una llamada de atención, a que sientan desplazados por el bebé que va a venir?
No se trata de una llamada de atención sobre sí mismos, sino de síntomas involuntarios. Se han descrito diferentes teorías para justificar la aparición de este fenómeno, pero ninguna se ha demostrado. Junto con las explicaciones psicoanalíticas y psicosociales, también se incluyen las teorías del apego emocional tanto al feto como a la pareja y las influencias hormonales.
Los estudios más recientes indican que se trataría de una manera de manifestar el estrés relacionado con el proceso de paternidad en hombres que son especialmente empáticos. Es decir, se trataría de la expresión a través del cuerpo de éste estrés, o somatizaciones.
Algunos estudios, han encontrado un aumento significativo en los niveles de las hormonas de prolactina y estrógeno en el primer y tercer trimestre del embarazo en los hombres con síndrome de «Couvade» y niveles más bajos de testosterona y la hormona del estrés, el cortisol. Estos cambios hormonales se asociaron con la exhibición de comportamientos paternos, además de los síntomas «Couvade» de fatiga, cambios de apetito y aumento de peso.
-¿Desaparecen los síntomas cuando nace el bebé?
Efectivamente, los síntomas suelen resolverse espontáneamente cuando nace el bebé.
-¿Pueden desarrollar estos hombre celos hacia su bebé cuando nace?
En el caso del síndrome de «Couvade» no se ha descrito esta asociación. Que el padre sienta ciertos celos hacia el bebé por la atención que recibe de la madre, es normal. Durante las primeras etapas tras el parto la atención de la madre está dedicada casi exclusivamente al bebé y esto supone un cambio importante al que se tienen que adaptar como pareja.
-¿Qué tratamiento tienen que seguir estos padres: farmacológico o psicológico?
No se trata de un trastorno mental ni físico y afortunadamente estos síntomas son temporales y no son graves. En general, se recomienda el facilitar la expresión de las preocupaciones de los padres y la adquisición de estrategias para la canalización del estrés.
Otros aspectos importantes serían la participación del padre en las clases prenatales, favorecer la comunicación con la pareja y buscar el apoyo de los amigos y familiares.
Todo aquello que favorezca la comprensión y la planificación de los retos futuros va a ayudar a facilitar la transición a la paternidad. Aunque es poco habitual, en algunos casos estos padres pueden llegar a experimentar síntomas de ansiedad que requieran atención por salud mental.
-¿Se hace poco caso a los padres durante el proceso de gestación?
Tradicionalmente, la atención a la salud mental durante el embarazo se ha centrado en la mujer. Sin embargo, no debemos olvidar que para los padres este periodo también supone un esfuerzo de adaptación con cambios importantes a nivel personal, de pareja y familiar.
Además, cada vez existen más evidencias de que el hombre también sufre cambios cerebrales para poder vincularse al bebé, al igual que le ocurre a la mujer. Asimismo, surge la necesidad de cumplir con las expectativas sociales y culturales de lo que significa ser padre y las demandas de tiempo y económicas por parte de la familia van a ser mayores.
Por lo tanto, una mayor atención a los padres, su inclusión en las actividades relacionadas con el embarazo y el postparto (clases preparto, grupos de padres, etc..), el que exista un espacio donde puedan comunicar sus preocupaciones y adquirir estrategias de gestión de las nuevas demandas, van a facilitar la transición a la paternidad. Esta es una experiencia emocionante llena de nuevos retos, donde no podemos olvidar que el padre tiene un papel importante.