Artículo publicado por Alejandro Villena para el Blog 'Sexo y Salud' del periódico ABC.
Durante el próximo mes de octubre va a ocurrir uno de los eventos más controvertidos del año: “El crucero del sexo”. Miles de pasajeros participarán en una experiencia cargada de un elevado tono sexual, donde no está permitido que la vergüenza y el pudor suban abordo.
¿Es el crucero del sexo una nueva revolución sexual? ¿Una novedosa y legítima manera de tener relaciones sexuales? ¿Fomenta la promiscuidad? ¿Es una nueva experiencia placentera o un simple desmadre? ¿Libertad o Libertinaje?
Este evento comenzó su andadura allá en el año 2004, adquiriendo cada vez más popularidad. El crucero zarpará desde Los Ángeles el próximo 3 de octubre, haciendo una breve parada en Ensenada, México, para regresar nuevamente a California el día 7 de este mismo mes.
La embarcación cuenta con un espacio disponible para más de 2000 pasajeros. El precio de este lujurioso viaje por alta mar oscila entre los 450 euros y los 4.200 en función del lujo del camarote. Se exige una vestimenta excéntrica y barroca o quizás un ropaje que pueda conseguir una excitación mayor, si cabe, en los participantes del evento.
Este crucero no es la única celebración de carácter sexual. En Nueva York también está de moda este tipo de festejos, donde podemos encontrarnos con clubes privados que celebran la fiesta sexual más lujuriosa, y lujosa, del planeta. En esta reunión, digo reunión porque solo son 100 personas los privilegiados que tienen acceso a la orgía más exclusiva de los Estados Unidos, los hombres pagan 1875 dólares para acceder a la fiesta. Si van acompañados de una dama, el precio se reduce a 1500. Sin embargo, para ellas, la entrada es gratuita. ¿Esto quiere decir que los hombres deben pagar por el sexo y las mujeres ser utilizadas para saciar sus remuneradas necesidades?
El directivo principal del negocio declara: “Dudo que la monogamia sea la solución para todo el mundo”
Entonces… ¿Ya no está de moda enamorarse de una sola persona, respetarla, ser fiel, cuidarla y amarla durante toda la vida? ¿Es la vida en pareja un concepto arcaico y desactualizado?
Cierto es que este tipo de celebraciones existen desde la antigua Grecia, en sus bacanales o en sus orgías. Pero la promoción que se da hoy en día, el acceso de los niños a este tipo de conocimiento sobre la sexualidad, el placer por el placer, la justificación de que debe hacerse todo aquello que puede hacerse bajo cualquier premisa, cambia por completo el sentido de estos encuentros múltiples.
Que una persona haga algo de forma libre no significa necesariamente que esto sea positivo para el crecimiento de la sociedad o del ser humano, atreviéndome a decir que, a la larga, incluso puede llegar a dañar y mermar esta libertad, convirtiéndonos en meros esclavos de lo sexual y del placer. Es curioso que en estas orgías se utilizan frecuentemente los juegos de dominancia-sumisión, como si fueran una proyección de lo que realmente está ocurriendo en el interior de esas personas.
¿Heredarán las generaciones venideras este nuevo folclore? ¿Hemos de cambiar las ferias, los bailes, las comidas, las celebraciones al uso, por otras de este tipo, más liberales, menos chapadas a la antigua? ¿Justifica el dinero, la opulencia, la elegancia en el vestido la ausencia de un cierto sentido moral de la diversión?
Podría parecer que enamorarse, establecer una relación recíproca de entrega, tener un proyecto común en pareja y actitudes así fueran ya conceptos obsoletos. Pero la última encuesta sobre salud sexual hecha por el Ministerio de Sanidad, indicaba que el 70% de la población tenía relaciones sexuales para amar y ser amado y/o para sentirse unido a otra persona.
Es comprensible el actual afán por nuevas experiencias y ha sido necesaria la liberación de la sexualidad de la mujer, el romper con estereotipos y clichés clasistas para la evolución de la sociedad en este campo. Pero no por ello hay que condenar o exterminar algo que lleva existiendo siglos, solo porque venga de tiempos anteriores. Si seguimos esta misma regla.. ¿Ya no debemos usar la rueda porque se inventó en el año 3.500 a.C.?
En cualquier caso, que cada uno tomé su propia decisión, recoges lo que siembras. A la vez, tenemos cierta responsabilidad sobre las generaciones que nos siguen y los adolescentes se sentarán a la sombra de los árboles que plantemos. Por ello hago hincapié en la necesidad de la educación y la formación en sexualidad, si es posible con un pensamiento crítico y no intoxicada por ideologías, sino enriquecida con argumentos.
Alejandro Villena, Psicólogo e Investigador en Sexualidad.
Coordinador de la Unidad de Sexología Clínica y Salud Sexual.
Consulta Dr. Carlos Chiclana.