Artículo publicado por el Doctor Carlos Chiclana para la revista Palabra.
Entre la variedad de personas que acuden con mayor o menor frecuencia a cualquiera de las actividades de la parroquia, se cuentan no pocos enfermos mentales. No es fácil saber cómo tratarlos, y a veces ni siquiera lo es identificarlos como verdaderos enfermos.
A los sacerdotes también suelen acudir personas con una enfermedad mental. Cada una de ellas es alguien importante y busca una respuesta que no se la pueden dar en una asociación de enfermos, en una ONG o en los servicios sociales.
La caridad lo soporta todo, sí; pero, si a nuestra parroquia viene alguien con síntomas de enfermedad mental, la primera y mejor ayuda, la más caritativa, será ayudarle a que vaya al médico, para reducir los síntomas. ¿Cómo valoro yo la enfermedad? ¿Qué son para mí los enfermos? ¿Un problema o una solución? ¿Un freno o un acelerador? ¿Un motivo de fastidio o un motivo de amor?....haz click aquí para continuar leyendo.