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Estrés en el Olimpo

El Dr. Carlos Chiclana publica este artículo para El Debate de Hoy, en el que analiza a través del caso de Simone Biles en las Olimpiadas 2020 la autoexigencia en determinadas profesiones, el estrés que conlleva y cómo puede afectar a la salud mental. Además, señala diez estrategias que pueden ser de utilidad para el desempeño profesional.


Imagen: Fernando Frazão



Los deportistas están sometidos a mucho estrés. Ni es nuevo ni es un tabú, ni son víctimas, sino unos privilegiados que se dedican a lo que les gusta. Es cierto que han de responder a la propia exigencia personal, al trabajo invertido durante muchísimas horas, a las expectativas puestas en ellos, al miedo a las lesiones, al trato recibido por parte de la prensa y la opinión pública, a la proyección que muchos hacen sobre su éxito o fracaso como si fuera el suyo, o al desplazamiento de las emociones de otros en su trabajo. Suelen ser personas jóvenes y con menos experiencia de vida para abordarlo. Gajes del oficio de deportista de élite.


¿Se puede quejar un bombero de la presión que supone exponerse al fuego y al peligro? ¿Se puede quejar un deportista del estrés al que está sometido? ¿No deberían entrenarse ambos para afrontar el estrés de su profesión?


«Tenemos que proteger nuestro cuerpo y nuestra mente, y no limitarnos a hacer lo que el mundo quiere que hagamos», dice Simone Biles, quien con su Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad a cuestas y sus malas experiencias vitales, se ha subido al podio para recibir la medalla de oro en defensa de la salud mental de los deportistas.


Algo que no consiguió la tenista Osaka masacrada por no cumplir su compromiso con la prensa en Roland Garros: «He pensado muchas veces que la gente no tiene consideración con nuestra salud mental. He visto muchos vídeos de deportistas viniéndose abajo en una sala de prensa tras perder un partido, algo que también me ha pasado a mí». El pueblo quiere más, drama, épica, victoria. Los humanos queremos dioses, pero los dioses también se estresan y a veces caen, como Edurne Pasabán, en la depresión, o Michael Phelps en la ansiedad.


Los estudios en deportistas de alto rendimiento indican que presentan una buena salud psicológica, con un alto potencial de equilibrio, alta autoconciencia corporal y psíquica, mayor dominio de las relaciones interpersonales, del bienestar, la salud y de la conciencia de sí mismo, mayor capacidad de adaptación, alta valoración de la convivencia con la naturaleza, mejor estima y menor presencia de patologías de salud mental respecto a sus iguales no deportistas.


Así que de nuevo pueden servirte de modelo para aprender algunas estrategias para tu desempeño profesional.


1. ¿Cuáles son los riesgos de salud mental de tu profesión?

Puede ser el desgaste, la tensión mantenida, el poco reconocimiento, el cansancio, el estado de alerta, la atención continua a personas, la monotonía. Detéctalos y acéptalos. Los deportistas los conocen y se enfrentan a ellos.


2. La realidad como motivo

Estos riesgos no son la excusa para una mala salud mental, sino el motivo para cuidarse, ponerles antídoto y salir fortalecido de cada jornada porque atiendes tus necesidades reales y te responsabilizas.


3. No se puede todo, todo el rato

Prioriza. Elige las metas a las que quieres llegar, objetivos personales, con equilibrio y sentido de la realidad y de quién eres. Elegir unas supone renunciar a otras, como han mostrado deportistas de la talla de Nadal y Federer.


4. El éxito de pedir ayuda forma parte del camino

«Fue fundamental para mi carrera pedir ayuda», decía Rudy Fernández. Seguramente tienes alguien al lado que puede comprenderte cuando el estrés, el bajón o el enganche a algo invade tu vida. En este año 2021 desde la ONG Necesito Terapia hemos impartido cursos de primeros auxilios en salud mental para que los profesionales de cada empresa puedan acudir a otros compañeros lo antes posible.


5. Regulación emocional, una competencia necesaria

Al igual que los deportistas disponen de psicólogos deportivos para ser más fuertes emocionalmente, tú también puedes entrenarte para tu competición diaria, según tu personalidad y el estrés propio de tu tarea. Puedes promover un curso específico en tu empresa.


6. Equilibra las expectativas que ponen en ti

Comunica tus fortalezas, tus tiempos y no dejes que proyecten en ti su culpa, frustraciones o necesidades. Pon límites, conoce bien tus responsabilidades y no te cargues con lo que no te corresponde.


7. Sé el protagonista de tus decisiones, no la víctima de azarosas situaciones

Los deportistas que han levantado la mano por problemas de salud mental responden en primera persona, sin echar balones fuera. Haz tú lo mismo: cuídate, pon los medios, pide ayuda. Es tu vida, custódiala.


8. No te rindas

Biles lleva un tatuaje en la clavícula “Y aun así, me levanto”. La fortaleza y la valentía es para los que somos débiles y vulnerables. Bienvenido a la raza humana, es normal tener dificultades en salud mental.


9. Cuida el equipo y el equipo te cuidará

Si Biles se ha podido echar a un lado es porque había un equipo que podía continuar. Trátalo bien, apórtales optimismo, genera unidad.


10. A veces, solo a veces, no puedes ser perfecto

Cuando entregué este artículo sólo había puesto nueve puntos, pero el redactor jefe me dijo que quedaría más redondo si eran diez. En general, haz caso al jefe, pero no te obsesiones con la perfección, solo es accesible para los atletas olímpicos y para los periodistas.


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